domingo, 7 de abril de 2019

IMPORTANCIA DE SEGUIR LOS PROCEDIMIENTOS DE MONTAJE

INTRODUCCIÓN
Entre las recomendaciones ampliamente conocidas por el personal de mantenimiento mecánico están las de no golpear los rodamientos durante su instalación y la de imprimir sobre el anillo que tenga el ajuste apretado, ya sea en el eje o en el alojamiento correspondiente, la fuerza requerida para su montaje. Resulta fácil, entonces, pensar que se puede tratar con menos delicadeza a otros componentes que aguantan mejor los malos tratos, sin embargo, siempre debe tenerse en cuenta que los rodamientos pueden resultar dañados por prácticas inadecuadas en el montaje de otros componentes mecánicos. Este artículo describe un incidente en el que un rodamiento fue dañado por el montaje incorrecto de un acoplamiento de elementos elásticos.

LA CIRCUNSTANCIA
El usuario de un reductor de velocidad reportó ruido excesivo en operación. En cuanto llegamos a la planta pudimos constatar el alto nivel del ruido. Desmontamos la caja y notamos que al hacer girar el eje lentamente con la mano, el movimiento se sentía áspero. El usuario reportaba que no habían notado nada antes o durante la instalación, sin embargo, el problema se manifestó prácticamente desde  la puesta en marcha del equipo.

INSPECCIÓN EXTERIOR

Al hacer la inspección preliminar del exterior de la caja, notamos que el acoplamiento de elementos elásticos montado sobre el eje de baja velocidad mostraba marcas de golpes de martillo, probablemente provocados durante su montaje.


INSPECCIÓN INTERIOR.
Una vez destapado el reductor pudimos ver que la aspereza en el movimiento provenía del rodamiento de rodillos esféricos.





ANÁLISIS Y DIAGNÓSTICO
Las flechas de la derecha muestran el punto de impacto,
que se transmite a través de los rodillos a las pistas, dejando
marcas similares a las pruebas de dureza Brinell en los
caminos de rodadura.
Al hacer la inspección de la condición interna del rodamiento encontramos marcas tipo Brinell en el camino de rodadura, a intervalos iguales a los rodillos. La revisión de las especificaciones mostró un ajuste apretado entre el eje y el acoplamiento elástico. El montaje para este ajuste requería de calentamiento de la maza del acoplamiento para que pudiera montarse libremente, sin necesidad de ejercer una fuerza sobre el eje. Sin embargo,  la evidencia indicaba se había montado a golpes, provocando el daño al rodamiento y el consecuente ruido.

De haberse continuado la operación en esas condiciones, una falla catastrófica habría sido inminente. 

CONCLUSIÓN

El reductor de velocidad se había ensamblado correctamente en la fábrica y el rodamiento no mostraba señas de defectos de fabricación. Evidentemente, el daño se debía a un descuido en las prácticas de montaje del acoplamiento. Este incidente resalta la importancia de crear conciencia en el personal que interviene en el mantenimiento e instalación de los equipos, de los riesgos que se corre cuando no se siguen rigurosamente los procedimientos recomendados para el montaje de todos los componentes de una transmisión.