INTRODUCCIÓN
Entre las recomendaciones ampliamente conocidas por el personal de mantenimiento
mecánico están las de no golpear los rodamientos durante su instalación y la de
imprimir sobre el anillo que tenga el ajuste apretado, ya sea en el eje o en el
alojamiento correspondiente, la fuerza requerida para su montaje. Resulta fácil, entonces, pensar que se puede tratar con menos delicadeza a otros componentes que aguantan
mejor los malos tratos, sin embargo, siempre debe tenerse en cuenta que los
rodamientos pueden resultar dañados por prácticas inadecuadas en el montaje de
otros componentes mecánicos. Este artículo describe un incidente en el que un
rodamiento fue dañado por el montaje incorrecto de un acoplamiento de elementos
elásticos.
LA CIRCUNSTANCIA
El usuario de un reductor de velocidad reportó ruido excesivo en
operación. En cuanto llegamos a la planta pudimos constatar el alto nivel del
ruido. Desmontamos la caja y notamos que al hacer girar el eje lentamente con
la mano, el movimiento se sentía áspero. El usuario reportaba que no habían notado
nada antes o durante la instalación, sin embargo, el problema se manifestó prácticamente
desde la puesta en marcha del equipo.
INSPECCIÓN EXTERIOR
Al hacer la inspección preliminar del exterior de la caja, notamos que
el acoplamiento de elementos elásticos montado sobre el eje de baja velocidad mostraba marcas de golpes de martillo, probablemente provocados durante su
montaje.
INSPECCIÓN INTERIOR.
Una vez destapado el reductor pudimos ver que la aspereza en el movimiento
provenía del rodamiento de rodillos esféricos.
ANÁLISIS Y DIAGNÓSTICO
Las flechas de la derecha muestran el punto de impacto, que se transmite a través de los rodillos a las pistas, dejando marcas similares a las pruebas de dureza Brinell en los caminos de rodadura. |
Al hacer la inspección de la condición interna del rodamiento
encontramos marcas tipo Brinell en el camino de rodadura, a intervalos iguales
a los rodillos. La revisión de las especificaciones mostró un ajuste
apretado entre el eje y el acoplamiento elástico. El montaje para este ajuste
requería de calentamiento de la maza del acoplamiento para que pudiera montarse
libremente, sin necesidad de ejercer una fuerza sobre el eje. Sin embargo, la evidencia indicaba se había montado a
golpes, provocando el daño al rodamiento y el consecuente ruido.
De haberse continuado la operación en esas condiciones, una falla
catastrófica habría sido inminente.
CONCLUSIÓN
El reductor de velocidad se había ensamblado correctamente en la
fábrica y el rodamiento no mostraba señas de defectos de fabricación.
Evidentemente, el daño se debía a un descuido en las prácticas de montaje del
acoplamiento. Este incidente resalta la importancia de crear conciencia en el
personal que interviene en el mantenimiento e instalación de los equipos, de
los riesgos que se corre cuando no se siguen rigurosamente los procedimientos
recomendados para el montaje de todos los componentes de una transmisión.