INTRODUCCIÓN:
Esta serie de artículos tratará sobre frenos y embragues a base de corrientes
parásitas, histéresis magnética, partículas magnéticas y regenerativos. Todos
ellos dependen de campos eléctricos o magnéticos sin que haya contacto directo
entra el elemento motriz y el elemento conducido. Por sus características de
construcción y de operación, cada una de estas tecnologías ofrece ventajas en
diversas aplicaciones.
1.- CORRIENTES PARÁSITAS.
Una manera de generar un potencial eléctrico consiste en
hacer pasar un alambre de material conductor de electricidad a través de un
campo magnético. Si en lugar de un alambre en que la corriente fluye en el
sentido longitudinal del alambre, se tiene una placa en que la corriente
eléctrica puede fluir libremente buscando el camino de menor resistencia, la
corriente eléctrica tenderá a formar remolinos encontrados que llamamos
corrientes parásitas. A su vez, estas corrientes parásitas crean sus propios
campos magnéticos que interactúan con el campo magnético que las genera. La
interacción entre estos campos magnéticos produce fuerzas que se oponen al
movimiento de la placa. Si la placa es de material ferro-magnético habrá,
además, una fuerza de atracción entre el campo magnético y la placa, fuerza que
estará presente aunque no haya movimiento entre las partes y que tendrá efectos
secundarios en la fuerza de frenado.
FRENOS
Si la placa es de material no-magnético, como cobre o aluminio, la fuerza de frenado depende de la
conductividad de los materiales empleados, de la configuración del freno, de la
velocidad de deslizamiento y de la intensidad del campo magnético. Una
consecuencia que se hace evidentemente de inmediato, es que no hay fuerza de
frenado cuando la máquina está parada y por lo tanto, si la máquina requiere de
esta función, será necesario tener un segundo freno. Otra consecuencia es que
la fuerza de frenado aumenta con la velocidad, haciendo a estos frenos
particularmente atractivos en aplicaciones en la que se requiere poner límite a
la velocidad.
FRENOS GIRATORIOS
Para un freno giratorio hecho de materiales no magnéticos y
con una configuración geométrica en particular, el par de frenado depende de la
velocidad de giro y de la intensidad del campo magnético. Si el campo magnético
proviene de un imán permanente, el par de frenado depende únicamente de la
velocidad de giro, pero si el campo magnético proviene de un electroimán, su
intensidad se puede controlar en base a la corriente que se hace pasar por la
inducción que genera el campo magnético.
Al igual que sucede con otros embragues y acoplamientos, el
par se salida tiene que ser igual al par de entrada. Si a esto agregamos el
requerimiento de que haya una diferencia entre la velocidad de entrada y la de
salida, tenemos una pérdida de energía que se refleja en un aumento en la
temperatura de los componentes, de manera que en aplicaciones de frenado
continuo, como en control de tensión, la potencia que puede soportar continuamente
un freno de corrientes parásitas está
limitada por su capacidad para disipar el calor generado en operación.
El calor se genera a razón de:
Ns: Velocidad de deslizamiento (rpm)
Tt: Par de frenado (Nm)
Esta gráfica muestra curvas típicas par-velocidad para
diferentes niveles de corriente eléctrica en el electroimán de un freno a base
de corrientes parásitas. Pm representa la potencia máxima que puede
disipar en condiciones ambientales específicas (temperatura, humedad, densidad
y velocidad del aire) para mantener la temperatura dentro de un límite
aceptable. La zona de operación continua del freno es lo que queda del lado
izquierdo y debajo de la curva Pm, que puede desplazarse a la
derecha si se incluyen sistemas ventilación forzada o enfriamiento por agua.
FRENOS PARA MOVIMIENTO LINEAL
Los ferrocarriles y juegos mecánicos están entre las
aplicaciones que mejor se adaptan a esta tecnología. Montando electroimanes en
el chasís de los vagones y usando los rieles como placas conductoras de
electricidad, en el caso del ferrocarril, o colocando un campo magnético
estático y una placa conductora en los vagones de un juego mecánico, se obtiene
un freno de movimiento lineal que ofrece varias ventajas sobre los frenos de
fricción aplicados en las ruedas:
·
No dependen del coeficiente de fricción, que se
ve afectado por el medio ambiente.
·
La fuerza de frenado es fácil de controlar.
·
Ofrecen mayor fuerza de frenado a altas
velocidades.
·
No rechinan.
·
Ofrecen mejor control de velocidad en las
bajadas prolongadas.
·
Tienen una mejor disipación de calor,
especialmente en bajadas prolongadas.
EMBRAGUES
Cuando se trata de un embrague, la gráfica se invierte porque
la condición estática se da cuando ambas partes giran a la misma velocidad, la
del motor. Esto significa que solamente se puede transmitir un par si el lado
conducido gira a menor velocidad que el motriz (aunque también podría actuar
como freno si la carga tratara de girar a mayor velocidad que el motor). En el
mercado pueden encontrarse accionamientos de velocidad variable que consisten
en un conjunto de motor de corriente alterna que gira a velocidad constante con
un embrague de corrientes parásitas cuya velocidad de salida se controla en
base la intensidad de la corriente directa que pasa por el embrague.
Es común que estos embragues tengan capacidad de transmitir
un par equivalente al 250% del par nominal (a plena carga) del motor. Aunque el
conjunto puede generar un par a ese nivel durante periodos cortos, como durante
el arranque o si hay un incremento momentáneo en la carga, debemos recordar que
el embrague solamente puede transmitir
un par igual al que genera el motor, y por lo tanto, aunque el embrague
esté operando dentro de su capacidad continua, el tiempo durante el que el
conjunto puede operar a un par superior a la capacidad nominal del motor, está
limitado por la protección térmica del motor.
VENTAJAS
Comparados con los variadores de frecuencia, los sistemas de
velocidad variable a base de corrientes parásitas ofrecen las siguientes
ventajas que resultan atractivas para algunas aplicaciones, especialmente en
operación cercana a la velocidad del motor:
·
Diseño sencillo y robusto, con pocas partes de
desgaste.
·
Motor de corriente alterna conectado
directamente a la línea de alimentación.
·
El motor no está expuesto a pulsaciones de
voltaje que lo deterioran prematuramente.
·
No generan señales harmónicas que pueden afectar
otros equipos conectados a la red.
·
Pocas pérdidas en el sistema de control (del
orden del 2%).
Control bastante preciso de la velocidad.
Para una locomotora diesel eléctrica,actúa como un cambio de velocidades y me podrías explicar un poco más sencillo la corriente parásita entendí que son corrientes eléctricas como un remolino
ResponderEliminarGracias.
Saúl es quien te envía esa pregunta
ResponderEliminarBuen aporte amigo.
ResponderEliminar